Desayunabamos nubes

Un día, se nos despertó cuatro veces la noche

como si la noche se hubiese quedado dormida.

Pisamos el cielo, saltamos colchones

y siete veces el techo nos regaló una caricia.


Abrí las ventanas, robamos el viento,

se nos llenó la casa del mar de la brisa,

eran las nueve, desayunabamos nubes

y se nos manchó el café de leche fría.


Nos llenamos de aire, abrimos el grifo,

nos dejamos llevar por la vela de tu sonrisa

a un lugar a catorce mares de distancia

de las costas de tu piel de aquel día,

de un mes de julio del que no recuerdo en que mes

empezamos a soñar un sueño y en el seguimos viviendo la vida.​

 

Una hermosa poesía que evoca esos momentos que se hacen involvidables y se eternizan en el tiempo de una pareja enamorada, los cinco ultimos versos son exquisitos estimado poeta.

Extraordinario. Felicitaciones.-

 

¡Qué belleza! Emocionan sus versos, estimado poeta.
Un placer leerlo.

 

Ha pensado en compartir un momento unico, no cualquier momento sino una en donde ambas almas puedan puiedan dejarse robar por el tiempo y llevar por el viento hasta lo alto de sus mas enormes sentimientos, los mas altos, juntos ahi pararon de soñar y comenzaron a vivir su amor juntos. Me encanto leerlo amigo muy bello poema.

 

Es precioso poema Alas, tus versos conmueven, emocionan en ese revivir sueños de momentos tan especiales que nunca se olvidan. Fuen un verdadero placer leer tu obra. Un saludo muy cordial.

 

Un gran poema, versos que dejan bellas imágenes. Un placer visitar tu espacio y disfrutar de tu poesía.
Un abrazo fraterno poeta.

 

"La vida es sueño", como decía Calderón de la Barca, podemos convertir la sal en azúcar y las nubes en algodón me fascina tu creación, felicidades! Un abrazo!