Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

Fue una poética cena;
de primer plato un soneto
seguido por una escena
cantada por Rigoletto
al ritmo de Macarena.

 

Haciendo la Macarena
se arrimó contoneando
lo que Diosito fue dando
a hormonas y “cosa buena”.
Quedé como lobo, aullando.

​

 

Y la ropa hecha jirones,
las sonrisas cachondonas
y el aire espeso en hormonas
se debe a los revolcones
con las “sexys” lobisonas.

Del DRAE:
lobisón
Del port. lobishome.
1. m. hombre lobo.

Lo interesante es que el femenino no parece existir, de modo que diviértanse con la pequeña licencia. Abajo el machismo lobuno, qué joder.

 

Dueño soy de mis sentidos
y amo del propio silencio.
Uso prudente, sentencio,
mis ojos y mis oídos.
La lengua, poco licencio.

 

Perdido en el universo
me siento, existencialista.
De a poco paso revista
y descubro lo diverso
que compuso el Gran Letrista.

 

Yo no soy un gran letrista
y estoy lejos del artista
pero quintillas se muestran
que claramente demuestran
que a veces falla la vista.


Maramín: muchas gracias por el matiz; muy interesante y muy claro. Corregido.

 

Si se trata de rimar,
rimaremos la indecencia,
las guerras, la paz, la ciencia,
los templos y el lupanar.
Rimaremos con frecuencia.

 

Solo nos queda oropel
en esta ciudad maldita.
La dignidad es chiquita
y el crimen no da cuartel.
A enloquecerme me invita.

 

A su banquete invita
y así posibilita
que noveles poetas
de una idea bonita
compartan sus recetas.​

 

Ando escaso de recetas
para lanzarte al espacio
haciendo el amor despacio
con una serie de tretas.
¿Besarás a este batracio?

 

Y tal vez ese palacio
sea una horrible quimera.
Quizá la sombra agorera
que cunde hará que despacio
se los coman los de afuera.

 

Al que es venido de afuera
se le permiten errores
para evitar sinsabores,
y ver si así se supera
en creaciones posteriores.

 

Existen los errores,
no lo parecería,
gala y coquetería,
decorar los amores,
versos sin maestría.

 

Carcome la subversión
en el estado, en la escuela
y en el desván de la abuela.
Pronto tendrá esta nación
un fin de telenovela.

 

Viendo la telenovela
descuidaba su tare-a,
labor ésta de rale-a,
aunque la serie desvela
que algunos fallos no ote-a.

 

Esperando a que se vea
yo espero quieto en mi puesto
mientras el campo se ojea
liebre, perdiz, lo que sea,
matarlas y echar al cesto.