Cliché de seis rosas

Desde el cautiverio de las distancias
que en suerte me tocaron
y de las que escapo
apenas transformado en cisne negro,
te regalo el cliché de estas seis rosas.

Las compré moribundas, pero todavía hermosas.
Tú las recibirás (o no...) marchitas.

Las habían guillotinado de su prado.
Se ahogaban con las otras
que no pude comprar.
Me miraban suplicantes,
angustiadas,
posesas del terror de saberse condenadas.

Y yo, ¡pobre infeliz!
solo podía tocar sus pétalos
con mis deshilachados dedos de hombre.

Ellas morían de a poco, como morimos nosotros
cuando no nos guillotinan por el cuello.
Querían hablarme sobre ser los frutos que ya no,
del olor del prado,
la brisa, campo...
Del labriego al cual creían amigo
y que un día las cortó.

Yo solo podía escucharlas con mis labios raídos

Te las envío porque no puedo evitarlo,
aunque se estén muriendo
y te lleguen, a través de estas distancias,
disecadas.

Pagué por ellas sabiendo, apenas verlas, que sufrían
(de nada les sirvieron sus espinas);
convencido, además,
de que no ibas a verlas vivas.
Horrorizadas, pero vivas.

Otra elegía al fracaso,
a la imposibilidad
al cautiverio,
a las distancias,
a seis guillotinadas rosas moribundas
dignas de un amor sin esperanza.

Las recibirás (o no) cuando estén muertas.

CG. Marzo y espinas. 2023.​

 

Qué gran poema de amor, aun sin esperanzas

 

Estupendo poema César. Un saludo!

 

Me preguntaba si yo había leído otro poema de mensaje similar , siempre un buen poema me lleva en busca de esas analogías

Soneto gongorino

Este pichón del Turia que te mando,
de dulces ojos y de blanca pluma,
sobre laurel de Grecia vierte y suma
llama lenta de amor do estoy parando.

Su cándida virtud, su cuello blando,
en limo doble de caliente espuma,
con un temblor de escarcha, perla y bruma
la ausencia de tu boca está marcando.

Pasa la mano sobre tu blancura
y verás qué nevada melodía
esparce en copos sobre tu hermosura.

Así mi corazón de noche y día,
preso en la cárcel del amor oscura,
llora, sin verte, su melancolía.

FGL.

 

No, no había leído ese hermosísimo soneto.

Es de verdad hermoso. Ya que mi poema le haya hecho evocarlo es un honor inmerecido. Gracias por compartirlo.

 

Muchas gracias, compañero. Saludo amable hasta su lar.

 

Uno dice que no. Pero la esperanza es resiliente, y se mantiene contra toda lógica.

Como la fe.

 

Siempre amé las flores, Alma de mujer. El mejor regalo que recibí en mi vida llegó a mis manos cuando cumplí los 25 años: un ramo de claveles que me obsequió una excelente amiga. Hace tanto de eso... Más que tu edad actual.

Sí, siempre escribes desde el sentimiento. Eso es lo que hace poetas a las personas. Lo que te hace poeta (como siempre te digo). Ojalá y nunca pierdas eso.

Desde mis distancias te abrazo y te doy un inmenso GRACIAS. Que todas las flores vivas de tu país sean contigo siempre. Eres de las más lindas de ellas.

 

.....................por ello es que mi papá es el más bello...........................​

 

Esas rosas que parecen muertas,realmente no lo están aún,esas rosas están como mi corazón,marchitas,tristes,afligidas,cansadas de crecer y erguirse en un lugar adonde no pertenecen,pero te aseguro,cariño,que si mudaran de aires,todo cambiaría.Cual es la cosa muerta que no revive con calor y amor?Damelas todas!Ellas me pertenecen!Ellas son como yo!La viva imagen de la tetrica tristeza a lo que condena la vida ,la existencia es paradójica cesar,no sé,sigo divagando..pero volvamos a las rosas...pueden revivir con un sorbito asi como mi alma reviviría con una nueva esperanza. Gracias por escribir así,tu pluma me recuerda a los grandes.Lope De vega,Garcilaso,Avellaneda...Victor Hugo,hasta el profano de vargas vila y un poco ,por qué no,a Buesa.Te beso

 

gran poema.
saludos.

 

No... Aquí la bella, bella más bella eres tú, mi china preciosa.

 

Te llamo lo que eres por mérito propio. Y el cariño lo hemos forjado con mucho trabajo, ambos. Soy yo quien te da las gracias, Alma de la Mar_.

 

Muchas gracias, mi compa. Saludo cordial para usted.

 

Sabía que sí las ibas a querer. A besar. A comprender. Sabía que estarías dispuesta a darles calor y amor.

Y sí, la vida tiene aparentes paradojas. Pero además, pareciera que dichas paradojas las manejara un invisible ser cínico desde algún lugar del cosmos o tal vez desde más allá todavía.

Siempre fueron para ti. Un poco tú, un poco yo. Lamento que tu vida no tenga esa nueva esperanza... Ojalá la encuentres.

Gracias por su besarme a pesar de tu desesperanza. Yo también te beso.