Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

Y de este asunto tramonto
con los corceles del viento.
Aunque después me arrepiento,
aunque quede como un tonto,
no es vergüenza lo que siento.

 

Es sorpresa lo que siento
por usar tramonto al viento
no como cruzar un monte
o escapar de tu horizonte
sino afrontar el momento.

 

Ausente en este momento
el sujeto asustadizo,
le cuento que es fronterizo
y que vive en el tormento,
aquí sus miedos deslizo.

 

Con el amor me deslizo
y bajo por la pendiente
por ir siempre de decente
¡Esto parece un hechizo
o por ser un inocente!

 

Le dicen el inocente.
Su memez, de un metro veinte,
no termina de asombrarnos.
Pero consigue enredarnos
en su proceder demente.​

 

En su proceder demente
abrazos recibe a diario
de la adoctrinada gente
que escucha que ese ideario
en su hablar sigue presente.

 

Es mejor no estar presente
cuando tu mujer te engaña
o si en el bar te regaña
cuando llega de repente
…pues siempre en tu honor te daña

 

Muy fácil la solución
que Pi Radianes presenta
siempre que ella esté sedienta
de pasar raudo a la acción
teniendo más de setenta.

 

La moral se le acrecienta
al vencido por momentos
después de varios intentos
la ocasión se le presenta
de escapar de los tormentos.

 

Muy poco sé de tormentos,
excepto de tus regaños.
Por más que pasen los años
siguen causando lamentos.
Hay que soportar sus daños.​

 

No son tan grandes los daños
que he provocado en un poste,
pues, choqué con viejos caños
pedazos de un armatoste
de unos planetas extraños.

 

Han pasado muchos años
de que he conocido el mar.
Recordar me hizo soñar
en tomar en olas baños
y no querer despertar.​

 

Acabo de despertar
sudando, ¡qué pesadilla!,
me vi tendido en la orilla
del mar cuando un calamar
se tragaba mi rodilla.



​

 

No me hables de la rodilla
que me duele cada día
pues ya decía mi tía
¡eso es una pesadilla
y no sirve la atutía!

 

Se desgranó la atutía,
y el proceso de latón
produjo una aleación
que fue una gran porquería.
Jamás pasó la inspección.​

 

Si te llega una inspección
te puedes dar por jodido
porque Hacienda lo ha querido
y requiere tu atención.
Mejor date por vencido

 

Es el deber del vencido
aprender de la derrota.
Aunque lo hicieron pelota*,
ese espíritu molido
no tiene nada de idiota.​

* hacer pelota, o pelotas, a alguien
1. locs. verbs. coloqs. Arg. y Ur. Dañar física o emocionalmente. La noticia del accidente lo hizo pelota.

 

Le quedó cara de idiota,
yo diría de pasmado,
al verse allí retratado
objeto de chirigota
en un palo encaramado

 

A veces, encaramado
en la punta de una lanza,
está un cráneo si avanza
la agenda de algún malvado.
Se repetirá el pasado.​

 

Ayer sé que fue el pasado,
hoy intuyo que es presente
y, de nuevo y de repente,
la vida nos la ha colado
que el futuro está ya enfrente.

 

Yo también he estado enfrente
y he cedido al rojo vino,
se me ha pelado la frente
se me ha torcido el camino,
y se arregló de repente.

 

Ayer mismo, de repente,
dejaba algo muy banal
-pronominal y muy mal,
poco usado en el presente-
por ocio dominical.​

Nunca en mi vida he usado "repentirse". Pero creo que debe ser "se repiente", no "se repente", como escrito originalmente.

​

* repentirse:
Del lat. tardío repaenitēre, y este der. del lat. paenitēre.
1. prnl. desus. arrepentirse.

 

Viene en el dominical
un artículo curioso
que narra como un mafioso
yace muerto en su local
por las heridas de un oso.

​

 

Me dio el abrazo del oso
de esos que te dejan huella
y dejó de ser doncella
en un sitio poco honroso
…y yo me quedé sin ella

 

Yo prefiero estar con ella
por ser feo como un oso.
Su abrazo no me hace mella
y lo encuentro muy hermoso.
También besa una botella.​

 

Agarrado a una botella
paseaba sus miserias
mientras que por sus arterias
dejaba su triste huella
la peor de las materias.

 

¿Alguien me habló de materias?
mejor quemo mis cuadernos
porque me huelen a infiernos
con sus científicas ferias
ya tengo un cuadro de histerias