El río que somos

El racimo de la luz crece en la colcha blanca.


Agosto nunca fue lluvia.


Y canta el pájaro entre el ramaje

y llegas tú con el pan recién hecho

y una sonrisa en los labios

y te abrazas a mí como proclamando tu amor.


Yo me dejo llevar hacia tu cauce para ser agua común

de un río que nos arrastra juntos al olvido.

 

Hermoso olvido.

Con dulce admiración:
Maca

 

Para allá vamos todos.
Un abrazo,
Ramón.

 

Gracias, Maca, por tu visita y comentario. Un abrazo.

 

Gracias, Sergio, por la visita. Un abrazo.

 

Amigo Ramón, qué bueno es leerte -¡y poder comentarte!- después de un mes en que la plataforma parecía un naufragio. Alguna vez se me ocurrió un texto en el que dos amantes caían en un cuerpo como en una corriente líquida, a donde los llevara la corriente, irían, y lo terminé acotando: Puede ser que salgamos a la misma orilla. Con la claridad meridiana de tu hermoso texto lo comprendí más de diez años después: esa orilla es el olvido inevitable. Supongo que por eso nos empeñamos mucho más en significar el cauce, el recorrido. Lo demás es solo ausencia.
Leerte siempre es ir a la tercera orilla del río. Que no se te acabe la pluma y las ganas de compartir. Abrazos.

 

Gracias, Pedro, por el interesante comentario que dejas. Un abrazo.

 

Es un hermoso poema Ramon. Dejarse llevar siempre da esa sensación de entrega total.
Es una exquisitez siempre leer tus obras.
Un gran abrazo y feliz 2024.

 

Gracias, Laly, por tus amables palabras. Un abrazo y feliz año.

 

Felicitaciones poeta, tu trabajo es poderoso y tierno como el Amor, evidenciando una maravillosa realidad .

 

Precioso poema poeta. Tierno y sensible. Un abrazo con la pluma del alma

 

Un placer leerte, mis saludos.

 

Gracias, Malcubo, por tu visita y amable comentario. Un saludo cordial.