Un pensar lejano

Con mi mano en la sien
detengo un pensar lejano
como si fuese el ayer
que llegó en un verano,
sonrío en mi interior
al ver esa imagen fresca
de su rostro campechano,
por sus ocurrencias
la risa era un regalo
su vida fue generosa
y el fenecer inesperado,
lágrimas no derramé
éstas serían en vano,
con un brindis honré
lo que en vida; ya era su pasado,
los recuerdos se desvanecen
con el pasar de los años.

 

Me ha gustado, son unos versos preciosos, casi es un romance polimétrico, para que lo fueran tendrías que haber hecho algo así:

Con mi mano en la sien
dejo un pensar lejano
como si fuese el ayer
que llegó en un verano,
sonrío en mi interior,
con el alma en un buen saco,
al ver esa imagen fresca
de su rostro campechano,
por sus ocurrencias
la risa era un regalo
su vida fue generosa
y el fenecer inesperado,
lágrimas no derramé
éstas serían en vano,
con un brindis honré
lo que en vida; ya era su pasado,
los recuerdos se desvanecen
con el pasar de los años.

En asonante, también se pueden hacer en consonante, no sé si lo sabes.

Es una elegía, muy bella, habla de una persona que ha muerto, no suelo llorar por las personas que he perdido, como expresas en tu poema pero, a veces, cuando recuerdo a alguien se me pone algo en el pecho o un nudo en la garganta, he llorado leyendo poemas sobre gente que murió y a la que quería mucho, también tienes razón; los recuerdos se desvanecen (no todos) con el pasar de los años, pienso que lo que he olvidado son experiencias o personas que no me marcaron (por decirlo de algún modo).

Abrazos desde Carabanchel (Madrid).

 

lágrimas no derramé
éstas serían en vano,
con un brindis honré
lo que en vida; ya era su pasado,
los recuerdos se desvanecen
con el pasar de los años.

Preciosa elegía como la de Miguel Hernández a Ramón Sije. Un abrazo con la pluma del alma estimada Melementos

 

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Igual para ti feliz domingo. Un abrazo