Lluvia en el alma.

Amaneció lloviendo esta mañana
por tal razón mi caminata matutina
Se quedó embolatada.

Me levanté e hice el café
Miré a través de la ventana
La naturaleza toda estaba radiante
Las aves cantaban.

Mientras me tomaba mi tinto
Vi las flores del frente
Hace ya mucho tiempo
Le llevaba rosas a mí amor
En un pasado aún presente.

Recordé cuando la visitaba
Siempre con una rosa achocolatada.

Entretanto me inquietaba
Por cuánto tiempo va a llover
Sobre mi almohada
Un estado melancólico
De mi se apoderaba.

En mi mente se repetía la canción
Que muchas veces le cantaba
Mientras mis celos se sublevaban.

Si las rosas pudieran hablar
Sería a mí al primero en regañar
Pues muchas veces robe rosas
Para llevárselas a mi amada.

Pero, el lenguaje de las flores
solo lo entienden las enamoradas
Muchos tratan de expresar con ellas
lo que no pueden decir sus palabras.

Pero a mí también me pasó lo mismo
Ando con el corazón atravesado
Esperando que las rosas te digan
Lo mucho que me gustas
Sin que mis labios te digan nada.

Las canciones me hinchan el pecho
Cómo la punta de la aguja
Surca el acetato una y otra vez,
Devorándome el alma.

JoseFercho ZamPer
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Las ausencias avivan el deseo de expresión.
Un saludo, José.

Las mayúsculas innecesarias entorpecen la comprensión.

 

Nostalgias que se hacen dulces letras en tu pluma, ese amor que se construye de tanto
extrañar, es una perenne melancolía que inspira hermosos poemas como este que leo hoy.
Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Buen poema. Un abrazo con la pluma del alma