Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

Yo lo conocí borracho
y era un hombre muy gentil
aunque un poquito servil.
Se volvía un mamarracho
si alguien le gritaba hostil.

​

 

Es un adversario hostil
la bebida, al pobre Baco
dejo sentado en su atril
fumando flores de abril
pensando que era tabaco​

 

Con el viaje en ataúd,
si es de lujo, se acompaña
de un frasco de beatitud
un querubín con laúd
y bálsamo de guadaña.
​

 

A quién vi yo muy cobarde
fue a mi padre, dijo cielo
no hay tapia que no se embarde
¡ni novio que se acobarde!
le dije yo en pleno celo.
​

 

El enamorado en celo
ve a su potencial pareja
acercarse en la calleja
y se atusa presto el pelo,
la sonrisa hasta la oreja.​

 

Me has cogido por los pelos
para hablarte de Luciana;
poetisa de los cielos
que además es mexicana.
Su poema es caramelo.


Yo lo conocí borracho
y era un hombre muy gentil
aunque un poquito servil.
Se volvía un mamarracho
si alguien le gritaba hostil.

 

Este es un ambiente hostil,
un estadio que apabulla.
Le pega como un misil
ese nueve de Brasil
y en las gradas meten bulla.​

 

Años ha dejé la bulla
de peleas callejeras
mas si viene esa patrulla
yo les meto donde quieras
la patada de la grulla.

​

 

Si humedecen los subsuelos
mi mujer está en vigilia
viene un chico que la auxilia
no sé si echarlo por celos
o meterlo en la familia.​

 

Es mejor no vigilar
y dejar al mundo hacer
pues son libres para amar
y juntos envejecer
a la “orillita” del mar

 

Por error dejo su silla
aquel obispo Fonseca
y cuando volvió a Sevilla
quedo con la boca seca
de insultar a quien lo humilla

 

Árbitro de pacotilla,
¿se olvidó del reglamento?
Ni una roja o amarilla
le ha mostrado a esta gavilla,
tal vez por no estar atento.​

 

Hoy hay que estar muy atentos
a este calor del verano
porque en todos los eventos
hay que llevar agua a mano
y evitar malos momentos

 

Si tu padre te aconseja
cómo enfrentarte a la vida,
no te ofrece palabreja
ni cosa banal o vieja.
Oye en forma detenida.​

 

La cabra que tira al monte
es difícil de parar
y si va con polizonte
mal, seguro, va a acabar
allí por el horizonte

 

Acercar al horizonte
la mirilla de mi arma
sin sentar ninguna alarma,
apuntando a ese bisonte
al que pago con mi karma. ​

 

Te confieso que mi karma
es querer y no poder
la quintilla componer
cuando alguna interna alarma
suena solo por joder.
​

Joder: molestar, en el contexto rioplatense.

 

Si haces una cosa mal
no insistas en tu bravura
porque el futuro te augura
un resultado fatal
que te traerá la amargura