Que locura.

Que locura
ver tu silueta al otro lado de la puerta
quererte tanto como para reconocer
hasta tu sombra.
Que locura
la mañana cuando nos invade la ansiedad
de hacernos el amor hasta no poder más
mientras las personas toman un café
fuera de este pequeño baño.
Que locura
caminar hacia un destino incierto
mientras se disfruta el paisaje
mientras otras personas apenas
conducen a 60 km por hora.
Que locura
la vida, este instante prestado
este permiso de la eternidad
para poder formar parte de este instante
que apenas acaba de pasar.

 

Oh, Oh.

 

La locura nuestra razón de ser!

 

Si amigo Armand, la vida es una completa locura, a veces es tan vertiginosa que ni te das cuenta la velocidad que lleva.
Ha sido un placer detenerse en tus letras y sumergirse en ellas.
Un fuerte abrazo desde los cielos poeticos de este halcón.

 

Vuele alto amigo y siempre vuelva que lo esperamos!

 

Muy romántico vuestro poema, compañero Armand y, ciertamente la vida es "un instante prestado"y, por eso justamente hay que vivirla a conciencia... y, sobre todo disfrutando
de los bellos tiempos que nos ofrece el verdadero amor. Me gustó su poema, felicitaciones.

 

celebremos la locura del amor y de la existencia, la belleza en la simplicidad de los instantes.