Tercetos encadenados

Yo creo que es el ego
lo que me atrae aquí por decir cosas
y sin ningún recato me despliego.​

 

Tus sabores fortísimos expones
sobre el plato carnal en esta noche.
¿Podremos sofrenar estas pasiones?​

 

Eres fan de los coches
conoces toda marca y sus bondades
te escucho hablar dormida por las noches

 

Espero no te enfades
si digo que rimaste con plural.
Suele pasar en todas las edades.​

 

Es cierto que esta mal
he estado investigando sobre coches
que asombran a cualquier hombre normal

 

Colisiones severas
al entrar a los boxes ocurrieron.
A un auto le fallaron las toberas.

​

 

Los que pronto salieron
llegaran más temprano a su destino
que aquellos que, tranquilos, se durmieron.
​

 

Mi esposa se fugó con el destino.
Pensaba que tenía todo claro
pero un cambio de planes sobrevino.​

 

Sin saberlo eres faro
que me guía en la noche tormentosa,
me crea la ilusión de un firme amparo.​

 

La noche borrascosa
requiere de ese faro que mencionas.
Se vienen situaciones escabrosas.​

 

Estoy hecho pedazos.
Te fuiste y te llevaste las mascotas,
y a lo de tus amigos más pelmazos.​

 

Solo veo babosas,
murciélagos y ratas en el rancho
desde que te marchaste con mis cosas.​

 

Es el mundo tan ancho,
pero es como un fractal pues se repite,
en toda población hay zafarrancho.​

 

Mirándome a los ojos aseguras
que al hacer el amor sin sentimiento
no hay traición, tus promesas siguen puras.

Te respondí lo siento
prefiero que te alejes, no te quiero
el amor que te tuve se fue al viento.

 

Es poco duradero
un amor que es amor de carne en llamas
solamente, por eso lo supero.​

 

Resulta un grave crimen
verte así y no poder reconquistarte.
Los deseos que encierro, solos, gimen.​

 

Vámonos a otra parte
donde charlar podamos sin molestias,
que saber conversar es todo un arte.


​

 

Al presumir son bestias,
narcisos despreciables, los detesto,
a dónde habrán dejado sus modestias.​

 

Esperar a que llegue a su fin esto
veremos si hay respuestas positivas
si en pie queda algo lucho por el resto.

 

En materia de cosas positivas,
cinco dedos alcanzan al contarlas.
Abundan las maniobras destructivas.​

 

No logro amontonarlas
las veces en que me has dicho te quiero,
son pocas, mas mi gozo es recordarlas.​

 

Espero que me abras
las puertas de tu amor por siempre esquivo,
aunque sé que a los hombres descalabras.​