Aquel fragmento del yo

Fragmento de vida, sin esta, debido a mi exigua habilidad.

Ideal no idolatrado. Fin inaccesible, por la que

en sustancia muchos viven, enfrentan con denuedo

incontables duelos y querellas ya por el destino,

ya por su completa potestad. Alcanzarte es un sinsentido

en virtud de su dificultad. Más un solo un punto eres

en un plano bidimensional, este último conocido bajo el

nombre provisto de quien hacia lo demás sospechó… En

existencia. Cogito ergo sum.

Ilustración usual de una de las partes comunes en el individuo.

Conquista y domina por ti al quién se proclama como central

de este orbe, la experiencia solitaria y consciente en sí misma,

o permanece languideciendo hasta tu olvido,

momento en que los antiguos deseos de haberte interpretado

se han desvanecido, irónicamente se efectuarán

con gran estancia a una suerte del futuro aquel,

no obstante, dentro y en el original si logras vencer,

de tu reflejo en el mundo será acaso inviable

y un mal prestigio a tu conocer.

Siempre con el temor de un retorno lícito

del desplazado sin importar tanto

de si este sea digno, conlleve la salvación

u orqueste la materia orgánica,

dentro de la mitología de este ser

hacia su perfección.

En fin, sea cual habéis de elegir tu descripción,

habita y merodea en el abismo mental,

paraíso del yo, y encuentra como parte de ti

una historia, tu realidad, haciendo natural

tu estancia, libertad y facilidad

de pasearte por aquí.

Y si en algún punto te has preocupado por mí,

derrócame o muestra mi error por el que

sigo siendo yo.