Tercetos encadenados

Resalta tu hermosura
este vestido que te estás probando
aunque un dedo le sobra por la holgura.​

 

Era como la joya en la corona,
pero un día perdió su lindo brillo
y se volvió patética y gruñona.​

 

Siento que tengo amnesia;
¿me he muerto y eres tú un ángel bello
o es que aún hace efecto la anestesia?​

 

Las mayores fortunas
engrandecen a quienes han nacido
dotados de talento y no a sus cunas

 

Tal vez pudo haber sido
en algún otro tiempo, en otro mundo,
este soñado amor que nos ha unido.​

 

Hay un amor profundo
que nos hace vibrar todas las fibras
y otro que es más sutil no es de este mundo

 

Siento que me transmites buenas vibras;
si en algo desfallezco
tan solo con un chiste me equilibras.​

 

Mi verso yo te ofrezco
y lo lleno de nueces y cerezas,
también música y besos, todo fresco.​

 

Los pétalos de rosas
son tersos y regalan sus aromas
son de varios colores, rojos, rosas...

​

 

La cajita de laca
que uso como joyero, tu regalo,
dices que la trajiste de Oaxaca.

​

 

Sobre la nuca el halo
tiene tonos violáceos y azulados
inciensos aromáticos inhalo

 

Tus versos más amados
son esos que escribías sin pensar
seguro los dictaban unos hados.​

 

Da mucho que pensar
tan dramáticos cambios de actitud
te vas para mañana regresar.

 

Hay una exactitud
en tu forma de amar que no festejo.
Con horarios me minas la salud.​

 

Pienso que es un reflejo
de impaciencia pues quiere ser mamá
necesita tu ayuda y buen consejo.

 

Son tus versos maná.
Del cielo de internet me van cayendo,
sabor a fruta exótica, ananá.

​

 

A veces no te entiendo
me sonries pletórica de dicha
lloras con la novela que estás viendo.

 

Pletórica de dicha
leo tus dulces versos esta noche
y de seguirte amando me encapricha.​

 

En la cúpula oscura es un derroche
me llamó con urgencia, ¡ven y mira!
vi una estrella en la noche

 

Por ti mi alma suspira
cuando leo tus versos que son joyas
son caricias al alma que los mira.​