Entre charcos recientes

Perdóname que aún lleve a tu recuerdo,
la dulce singularidad por la cual te amo,
ese ademán que dejas caer de entre tus dedos,
esa rutina que desprecias y echas de menos,
esa agonía distante que arde entre tu piel
y tu nombre, la cual quiero y me quita la vida.
Solo la ilusión, frases incompletas, tu sombra,
aquello que quiso ser amor y hoy es silencio,
solo es una partitura indeleble sin tus besos,
un corazón promiscuo que quiere venderse
y debe morir en las latitudes de tus abrazos.
Mas no sé si te amo o si sabré lo que es amor,
hay reflejos débiles en los charcos recientes
en forma de hermosas aves silvestres,
alboroto y gritos de niños adolescentes,
un poco de barro entre las uñas pálidas
pero detrás de todo está la incesante lluvia
que gobierna al sol con sus nubes negras,
ella quiere amarle con sus gotas cristalinas
pero solo logra apagar la luz de su corazón,
ciega sus rayos tímidos con su tempestad
y nos hace sombras en medio de la noche,
pero yo aún debo recordarte en la oscuridad
que ya nada nos pertenece, ni la luz del día,
ni siquiera lo que dicen nuestros labios,
ahora solo son parte de las aves hermosas
que dejaron su reflejo en un charco reciente.
¡Perdóname que haya tardes como la de hoy
que tu recuerdo inunde a mi corazón!…​

 

Da gusto reencontrarlo, mi estimado compañero Teo Moran Y, qué mejor
que... con un poema realmente "delicioso" por la enorme profundidad de sus siempre originales argumentaciones y ni qué decir de sus imágenes.
Sinceramente:

 

Bello y emotivo poema! Cuánta nostalgia hermosamente plasmada en tus letras... Saludos.