El otro Barrio

Rehuso cobrar un premio después de muerto
si aquí en este barrio todo me deja en bolas;
no quiero pagar por ciego y que cobre el tuerto
Agostos de intermediarios con aureolas.

Allá cada cual con su halo de fantasía
y el rédito de su vida, hipotecado;
jamás confié en maestros de abogacía,
jamás cambiaré mis sueños por mi pecado.

Caminos que son angostos se tornan playas
en cuanto se suelta el yugo del victimismo,
el miedo es el arquitecto de altas murallas
que apresan del individuo el protagonismo.

Abierta queda mi alma a la luz y al viento,
al verde del verde vivo que vida crea,
al logro que se consigue con movimiento.
Ahora, me siento ola entre la marea.
•
No quiero ganar un premio después de muerto...
seguro que no jugando seguro acierto.
~•~
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Callejero, compañero, reciba mis sinceras felicitación por estos versos
rutilantes.

El primer cuarteto y el tercero, me parecen de encuadernación; bueno, el penúltimo también.

Gran saludo.

 

Celebro fuera de tu agrado esta propuesta, compañero.
Me encontré con un término que desconocía, (polisemia) y lo puse en práctica en este escrito... solo para entendidos, claro está.

Agradezco tu presencia y espero seguir agradando.

Saludos.

 

Querido Manolo, fíjate lo que te digo. A mí me gustaría tener el mismo premio que tuvo el malhechor que estaba crucificado al lado justo. Solo unas muy pocas palabras le bastaron para recibir la mayor recompensa posible tras una vida de maldad. Muy posiblemente sea todo gratis porque, tal vez, esté ya pagado en su totalidad el precio por el “ciego” y todos los demás seamos los tuertos. Y ante la más mínima duda ya se sabe la que manda allí.
Un abrazo enorme.

Salva.

 

Es una lucha perdida de antemano, mi estimado Alde.
Ya sabemos que es más fácil engañar a alguien, que convencerlo de que lo estan engañando, va implícito en nuestro ADN.
Lo realmente importante, y eternamente difícil, según lo veo, es el respeto por los demás, pero eso es otra historia, y el don de unos pocos privilegiados.

Se te agradece nuevamente tu presencia

Saludos

 

Está claro, mi querido Salva, que cada uno tiene sus gustos, yo prefiero un premio (si me lo merezco)aquí y ahora, que se vea y se palpe; las palabras de promesas solo son lo que son... esperanza.
...Prefiero el movimiento.
Sea como sea, todo en este tema es cuestión de fe o creencias, y en ese contexto, soy más de Baruch Espinoza que de los San M., San J., San P., San... y todos los demás, con todos mis respetos, por supuesto.

Se te agradece el detalle, pero estamos mayores para cambiar de camiseta.

Mi abrazo INCONDICIONAL.
(Solo los buenos toleran)

 

Hablando de camisetas. Pobre de mí si no tuviera otra camiseta para cambiarme después de la ducha que me quita la peste a sobaco.

Otro abrazo querido.
Salva.

 

Pobre de tí, y de tod@s l@s que no lo hagan, las miasmas no hacen distinción alguna.

Voy a por otra bola de coco.