Emulando A Lorca

A las cinco de la tarde
-silencio- la muerte vuela,
galopa sobre la plaza,
prendida en un asta negra.
Lleva clavel en la punta
mugiendo sobre la arena,
y deja la herida abierta
con huevos de la gangrena.

A las cinco de la tarde
la frialdad ya planea,
bata de blanca impotencia
pierde la vida que queda.
Vuela un buitre de muerte
batiendo sus alas negras,
la plaza grita el silencio
y el toro bate la arena.

A las cinco de la tarde
una ambulancia que llega
se lleva la vida muerta
para que nadie la vea.
Flota el formol en el aire,
como una enseña que queda,
el toro muge en la plaza
la sangre tiñe la arena.

A las cinco de la tarde
y a manos de la gangrena
muere vestido de luces
en una soledad queda.
Muere cubierto de estrellas
con clavel en la pechera
ante un altar a la Virgen
quemando aroma de cera.

A las cinco de la tarde...
...solo el horror y la pena
A las cinco de la tarde
se abate el toro en la arena.

 

Muestra de su maestria y dominio del medio poetico. Un fenomenal y muy bien logrado poema amigo poeta. Vayan todas las estrellas para el y su autor.

 

Mi pregunta para ti...haz publicado?...me declaro tu fan número uno...transmites con fuerza y sutileza...algo que no es fácil de encontrar...me he transportado a esa plaza..he visto las imágenes en mi mente...y este regalo de tu poesía se agradece con abrazos...sobra decirte que te ganas todas las estrellas...merecidas por esta faena de buenas letras y emociones ...!

 

Gracias por vuestros comentarios, Catz y Tuti. Es un honor estar entre vosotros y contar con vuestra lectura y aprecio.
Un abrazo,
Carlos

 

Este no te lo había leído. Me pongo de pie y aplausos, aplausos y más aplausos.

 

Hola Salvador,
gracias por tus generosas palabras y tus efusivos aplausos.
Un abrazo,
Carlos