Ni porque digas mi nombre....

Ni porque digas ni nombre, ni por nombrarme, ni verme,
esperes que me conforme, con ser ese ser ausente,
que yo te llevo en la boca
que te nombro cuando duermes,
que miro los ojos tuyos y tú ...ni mirarme puedes.

Ni porque me mandes besos, ni besarme ni quererme,
esperes que vuelva a verte, ni a llorarte ni a tocarte,
que yo te guardo en mi pecho,
que tú ni borrarte puedes,
de este sentimiento mío que nació...para quererte.

Ni porque ya no me veas, ni me sientas, ni me tientes
creas que voy a seguirte, ni a olvidarte, ni a decirte,
que eres como mi sombra
que estás siguiendo mis pasos
sigues posado en mi alma...y siempre voy a tenerte.

 

Bienvenida a este paraje poético. Espero que te sientas muy a gusto, yo lo estoy.

Celebro el primer poema que te leo, me comí tu desasosiego interno, esa espira candente que hace despertarnos rebeldes y no dejarse amilanar, por mucho amor que se haya sentido. Seguimos viviendo, dignamente en nuestro exterior y hay que contagiarlo al alma.

 

buena afirmación se relata en este texto, demuestras el amor que se hunde en tu pecho
sin sacarlo de tu mente, este amor eterno, te felicito un buen texto. y como dijo
viento-azul, bienvenida.

 

Gracias por vuestra acogida, Viento Azul...Marianela, Un saludo a ambos.

 

QUé bueno que estés aqui, Verbena
Felicidades por tu poema, aunque parece triste.