En una hora cualquiera

En una hora cualquiera


Nos buscamos en la luz, piedra de la mañana,
ojos saliéndose de los ojos en la boca partida,
en el dolor que cruza el puente de los siglos.

Nos buscamos como el cielo busca tierra
en el tacto del húmedo hueso incandescente
que te flamea cuando la mano gime:
abrazo, beso, seda que roza y penetra.

Nos buscamos en las ramblas cerradas,
entre las horas de los cuerpos que persisten
y entre las torres catedrales del pasar de años…
remoto ahora el mundo.

Nos buscamos en la tarde que cerró su capa
para rescatar la luna que aprieta el rostro
y se ciñe a los títeres perpetuos de día,
casi transparentes, gozosos de fiesta y finales.

Íntimamente íntimos eclipsamos al sol
y a la yerta luz vestida del penúltimo escalón
que toca fondo, y nos buscamos… furiosamente.

 

Entre estas nostalgias que nos envuelven en el día a día, hora tras hora nos encontramos buscando una razón que nos pueda ayudar a sobrellevar esto a lo que llamamos vida, a veces lo encontramos a veces no, pero nos queda la esperanza de seguir en su busqueda.

Un gusto leerte

Eugenio

 

Logras buena imagen con tus versos. Ha sido un placer leerte. Saludos.

 

Íntimamente íntimos eclipsamos al sol
y a la yerta luz vestida del penúltimo escalón
que toca fondo, y nos buscamos… furiosamente.

Te doy la Bienvenida a Mundo Poesía y te digo que me resultaron más que agradables tus versos.

Un saludo desde Buenos Aires.

 

Re Wow,,,,ya Imaginaba Ese Encontron Muy Bueno Mas Que Inimaginable Me Gusto Besos En El Alma Miguel Angel