Pueblo narcótico

Pueblo narcótico


Villa Ballester, pueblo narcótico, beneplácito de las almas errantes
Astronautas protoplasmáticos de indescifrada idolatría
cuerpos perennes en busca de la panacea universal
terruño de nativos y gualichos
Misteriosa constitución

Alquimistas de las inextricables santurronerías
sommeliers del polvo blanco de dios

me siento allegado, me siento tan lejano…

El margen pulula como un emblema de devoción
las calles esconden la impúdica desviación
de los ensueños de mentes celestes y de utensilios de trivial complexión

me siento enajenado, me siento tan cercano…

Mientras la ermita se derrumba, el tiempo pareciese disipar
exoesqueletos de antiguas amistadas
con las agallas y la convicción del oro blanco
atestando mi púbica ciudad.

 

No logro entender que quieres decir. Sorry.

 

el poema habla de que en Villa Ballester, partido de San Martin, donde vivi la mayoria de mi vida, mis amigos son raptados por el oro blanco, o sea la cocaina