Llora un infante madre preocupada amor eterno.
La noche acompaña la vigilia cimbalillos anuncian la época de Navidad las tradiciones sonoras arrullan el pesebre la estrella de Belén guía a la humanidad. El árbol navideño figura el Paraíso las esferas la declinación pecaminosa las guirnaldas la unión y regocijo las velas la dádiva de Jesús al Mundo. La misericordia encomienda milagros los campesinos, el pueblo campestre resguardado y participé en oraciones entre los campos entre los ramos ruegan salud, prosperidad y paz el incienso aplacará el caos mundial. En esta nochebuena que el manto de esperanza nos refugie en la gracia del alumbramiento se alzasen las imprecaciones.
Calor de estío en la loma de broza pueblan colémbolos.
Primer verdor múrgola a pie de fresno cerca un conejo.
Noche estival vereda junto al mar relente en faro.
(Dedicado a Alejandra Pizarnik) La piel humedece el trueno de la memoria los ojos disipan estrellas celestes. Ávido inconsciente tus trazos y el capullo amargo. La indeleble oscuridad de la euforia lacera sus córneas arrugadas y lúgubres. Un mal vuela por tu cabeza y yo veía lo que eres. Al tomar por puntas la locura tersa criatura enredada de tu alma. La realidad voluntaria dobla la luz a tu rostro un pájaro se arroja al aire. Yo veía que realmente eres.
Albor vernal rocío en telaraña una libélula.
Paraje seco entre los matorrales zorra tautea.
Bosque de abeto nieve desploma rama salta una liebre.
En primaverahay calurosa lluvia. Surge un espectro.
Llano nuboso caen gotas al charco, caballo huye.
En el monte húmedoaflora un manantial entre las rocas.
Calor de estío apoyada en el tronco una gaviota.
Noche invernal a la orilla de un río huella de osezno.
Fin del inviernorío descongelado un perro cerca.