Amiga

Para mi soledad me bastan tus ojos:
para mi amargura el fruto de tu voz:
eres susurro para mi boca,
eres firmamento para mis sueños
y cada instante que quieras regalarme
será remanso en el cenit de mi saudade.

Amiga, mi vida se quedó en tus ojos
atada para siempre a tu mirada
como las amarras que fijan a los barcos
y no permiten su fuga de los muelles.
Amiga, mi vida ya te pertenece;
porque al ser tuya vale más que siendo mía,
porque en tus ojos cayeron mis instantes
y en ellos, los labios de mis horas su existencia beben.

Entre mi vida y tu sonrisa
hay nostalgia y lejanía de atardecer.
Gira un reloj de pensamientos
cuyas horas, como una voz herida,
se interrumpen para abismarse en ti.
Todo, invariablemente, todo,
es un correo que me conduce a ti:
se dan la mano tu ausencia y mi saudade
mientras la tarde, igual que tantas veces,
termina naufragando en tu recuerdo.

 

Es fantástico deleitarse con tus poemas. Gracias Ayax . Saludos amigables.

 

Gracias, Rosemary, por la amabilidad que has tenido al visitar estas letras y dejar tu grato comentario. Un cordial abrazo, poetisa

 

Gracias, Antares, por hacerte presente, en mis versos, una vez más. Siempre me es muy grato encontrar tu gentil huella en mis letras. Un abrazo cordial, poetisa