Apagada

Oscuro romanticismo,

cuando no tenemos certezas,

cuando no nos entendemos vivos,

caemos,
en unos brazos que creemos,
por siempre joviales, por siempre firmes,

afirmamos que toda luz, también cede,

comprobamos, que toda sombra es,
unificada completitud,

colosa penumbra,

un muro que nos envuelve al instante,

en silencio, aguardamos,

a que esta negrura
nos silencie por completo,

nos quite la consciencia,

nos apague todo color imaginario,
de nuestra esperanza adolorida.

 

Triste y oscura visión del futuro. Un gusto leerte.

 

El poema nos conduce a un viaje hacia la incertidumbre existencial, donde la ausencia de certezas abre paso a la fragilidad humana. En esa búsqueda de sostén, se revela que tanto la luz como la sombra son pasajeras y, a la vez, absolutas en su unión. La penumbra aparece como un muro inevitable, envolvente y absoluto, que confronta al ser con el silencio de la nada. En ese abismo, la esperanza se muestra desgastada, casi extinguida, dejando entrever que la oscuridad no solo es ausencia de luz, sino también un espejo de nuestra propia vulnerabilidad interior.

Saludos Cordiales