Bartolo

Bartolo se está muriendo, dicen que está muy enfermo,
nos pasamos con la broma y ya no llega al invierno.

se las hemos hecho gordas, encerrarlo en la nevera,
untarlo con queroseno o mearle la tartera.

le desguazamos el coche y le vendimos las piezas,
se tiró mas de tres meses con aquel rompecabezas.

lo secuestramos de noche y fuimos hasta correos,
embalado lo enviamos a una aldea de Borneo,
retornó a los nueve meses con malaria y en los huesos,
las cosas que llegó a hacer para pagarse el regreso.

el tonto nos perdonó y fuimos buenos un día
que usamos para idear una nueva perrería.

sufrió clavos en la almohada, despertarse con corrientes,
como pensar que una abeja iba a llevarlo a la muerte.

lo acabamos de saber, Bartolo ya la ha espichado,
la pena es que no va a ver la que le hemos preparado.
Le hemos apañado un vuelo para su último homenaje,
bien atado a globos de helio va a comenzar su viaje.

en pelotas, con dos alas y una peluca dorada
hasta sentimos fervor al ver como se elevaba.

¡Adiós Tolito del alma!, ve y recorre la ciudad,
muestra a todos que has vencido tu gran pánico a volar.