Brindis nocturno

Siéntate en las teclas negras
y cuándo llores por el dolor del avión de papel que se va
llora en las blancas, en los bancos que dan siempre las 12 en el corazón del escribano
acompañando a la sombra del vals que baila con el vaso donde florean las arterias.
Las piedras tienen un canto señorial en el atardecer
Los caballos relinchan siempre llamándo a la puerta de los banquetes
y tú
hecha espuma hasta los pies de agua
de tormenta febril que descansa en los termómetros
Avanza hacia los perfiles más aventureros de la calma
del paso que tiene tonada nupcial en los pantanos.
Una boca es una casa con flores enfilando siempre al camino
cuando el beso se siembra con el alucinogeno laberinto recuperado de la arena.
Vuela tormenta
abanica bien mis labios a la hora que espante mis dientes en el vino
que embriaga indistintamente el humo en que floto.
Allá voy
Allá me siembro como promesa en bandera de paz
Espérame si eres capaz de soportar la tormenta con que luchan las aves migratorias
el dolor agudo , el camino del hambre, la sangre que pide caer.

 

gracias
carita feliz para Ud.