Claridad

La loca manía de caer
y de codos, levantarse.
Mirar el papel sin forma
e imaginar una huella
corrompiéndola.
No es el dolor el que desespera
es la lentitud de los días
pasando como polvo,
en los números sin cuenta.
Te miras al espejo,
el vidrio opaco por una sombra,
nueva.
Las rendijas del balcón
contienen tanto espacio
como para meter tu cabeza
y en un pestañear
irte diluyendo, lánguidamente.
Abajo no hay manos
para atraparte
solo el vacío de una garganta,
sin cuerdas para imitar
el milagro de una bienvenida.
No sobran amores
señalándote el camino
cuelgan llorosos
-Todos ellos-
de un precipicio.

Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Experiencias, expectativas, anhelos, realidades... todos en una contienda sin parapeto.

Buenas líneas Sara.

Gracias por compartirlas.

Un abrazo.

 

Muy interesante poema surrealista, amiga estimada, me ha encantado.
Abrazos y estrellas todas.

 

vaya! poesía nata chorreando a borbotónes, me cautiva tu lenguaje tan propio de estrellas, saludos