Cosmogonía

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Beso las constelaciones de tus mejillas
deseando que nada se interponga,
abordando el tren que conduces
hacia mis montañas nevadas y profundos valles.

Maquinista del alma y del corazón,
¡guía mi sendero con tu voz,
con tu alma y tu razón...!
Besa mis constelaciones
hasta el confín del universo,
donde termina nuestra vía,
donde caen los carros al vacío
como en los mapas antiguos,
cuando la tierra era plana.

Así nos perderemos en la nada y en el todo,
fundidos en el alma,
cuerpo etéreo, abrazo milenario
entregándonos para siempre jamás.

Te amo, te amé y te amaré siempre...
¡nadie puede cambiar esa realidad!
ni siquiera yo, ni siquiera tú...
¿y quién quisiera hacerlo?

Alumbras mis días como el sol...
aunque lejano brillas y fertilizas mi interior.
Y así está bien: si te acercas más
me destruirás como el sol a la tierra
cuando se vuelva una gigante roja.

Mas si te acercas no podré menos que aceptarte,
no podré menos que decirte
¡crece, crece y fúndeme con tu brasa encendida,
luz violeta, luz blanca radiactiva,
cosmogonía, cósmica agonía, creación y final!

Te amo, te amé y te amaré siempre,
en este universo y en todos los demás,
en esta vida y en todas las demás...​

 

Una hermosa poesía, de mágica inspiración, que invita
al amor y a la buena lectura. Gracias por compartirla.
Recibe un beso cariñoso que se apriete en tus mejillas.

 

pero
Gracias mil. Ha sido un poco difícil sentarme a escribir con el ritmo de vida que estoy llevando. Saludos lejanos, pero cercano el corazón.

 

Mil gracias. Muy honrada por la visita. Recibo el beso y doy de vuelta

 

Metáforas celestes, cosmogónicas que causan vértigo amoroso. Un gusto leerte.

 

Vehementes y románticos versos
Un placer leer.
Saludos