Dalila

Su belleza te convierte en esclavo,
no eres el héroe que todos esperaban;
Son más fuertes sus palabras y sus labios
y sus ojos más agudos que tu espada.

El amor es así: te ató las manos,
te conquistó y te puso de rodillas;
Cortó con su puñal tu pelo largo
mientras besaba tiernamente tus mejillas.

Cómo quema en mi pecho el recuerdo
de mis plegarias colmándose en tu piel.
Dalila, nos creíamos eternos,
mi locura y tus fantasmas eran eternos también.

Por probar el café de tus pupilas,
por perderme en tu aroma al respirar,
por conquistar tu cintura, oh Dalila,
por amar tu luz, tu oscuridad,
he puesto ante ti toda mi vida;
Toma mi vida y no la sueltes nunca más.


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Muy buen poema de tintes historicos biblicos que narra con belleza una pasaje del pasado se supone que veridico, yo no soy muy de la biblia y no se que grado de fantasia encierra pero me han gustado tus versos amigo Cesar. Un abrazo. Paco.