Digo adiós.

Despierto en la impureza
y naufrago entre un nuevo amanecer,
delirando entre los restos de mi felicidad,
mirándome tan ciego y tan mudo,
quiero oír mis palabras
gritando – quiero oír mi corazón,
en este nuevo amanecer
digo adiós, esperando desgarrar
mis ilusiones en cada estrella fugaz,
digo adiós y con anhelo grito
en el vacío.

Aferrado al deseo moribundo y ajeno
intentando extender mis manos
y lavar mis errores entre los escombros
de un nuevo despertar,
grito en el vacío “adiós”
esperando un mundo mejor
entre las miradas ingenuas
entre las risas inocentes de los demás.

Grito con anhelo desde la ventana
de los sueños sin ilusión,
digo adiós al recuerdo, desde su impureza
nada por misericordia – nada por fe,
como quiero levantarme y gritar
mis torpezas – mis lamentos a la multitud,
grito desprendido de mí – en este amanecer
nada por sinceridad – nada por existencia,
huiré hacía donde exista un mundo mejor,
grito adiós ha comenzado un nuevo día
y aún no he empezado a vivir.

Sigo aferrado a la nada
gritando en el silencio,
digo adiós desde la ventana
de un nuevo amanecer,
sin brillo que ciegue mis ojos
digo adiós vacío para alcanzar el sol,
atado a mis cadenas, sin poder gritarle a todos
digo adiós solo entre mis adentros
ocultando mis lágrimas
ocultando mis sonrisas.

 

vaya que duele amigo, este adios...
Hay veces que la vida parece un adios, pero no lo es es una nueva oportunidad o un nuevo encuentro, un palpitar y ese aire que entra en esos pulmones que nos llevan donde querramos...
Este abrazo