Dolor.

Necesito de un grito, atronador,
de un flamazo que ciegue, que fulmine
que se acabe mi angustia, que elimine
el amargo resabio del dolor.

Tengo un vacío y seca la garganta,
las palabras abruptas que atropellan
las ideas que brotan, que se estrellan
al decir en mi boca que no aguanta.

Un dolor el que no había sentido
un dolor que no cabe, que me rompe,
que me vuelve fracciones infinitas.

Así explota la muerte lo querido,
así acaba con todo, lo corrompe.
Todo se vuelve polvo, lloro y cuitas.

 

Gracias, Maramín, por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Gracias por tu atento comentario. Un beso