El descubrir

En esta noche de cálido verano
me pongo a escribir estas líneas que rondan en mi mente
como espíritus que moran en el purgatorio.
Siento en mi interior una llama que se ha encendido
que es la de la pasión y el amor
no se si durará solo el tiempo lo dirá
pero disfruto de cada momento
como si fuese el último amanecer que mis ojos verán. Él, joven hombre que sabe vivir,
yo, joven mujer que aprende hacerlo
y complementándonos vamos creciendo.
La vida nos pone pruebas y trabas en nuestros caminos,
algunos recuerdos queremos olvidar,
otros retenerlos en nuestra pobre memoria,
algunos poder vivirlos y otros poder crearlos.
No somos nada y somos todo,
no existen promesas de esto o aquello
simplemente quedamos a merced
del instinto y la espontaneidad
viendo hasta donde nos lleva
el oscuro destino del hombre
que siempre es misterioso
y nos aqueja desde el comienzo de nuestra
triste y fantástica existencia.
Somos hojas que el viento arrastra
nos lleva de un lugar al otro sin darnos cuenta
a veces nos lleva lejos de casa,
otras muy cerca de ella,
se crea un ciclo, todo vuelve a comenzar
caemos en el mismo lugar con las mismas caras
nos alejamos de algunas y nos acercamos a otras,
el tiempo pasa, los prejuicios se van
comprendemos al otro y lo entendemos
y nos damos cuenta
que todo lo que alguna vez pareció ser
no lo era, dejamos las máscaras que nos pusieron
para ver la esencia del otro
sentirla y tomarla.
Todo nace y todo muere,
es asombrosa la vida y mas cuando algo de ella
se puede compartir con alguien a quien se quiere.