El justiciero

Me han matado al periquito,
sólo deseo venganza,
voy a ser el justiciero
que devuelva la esperanza.

Esta misma noche empiezo,
que se vayan preparando,
voy a limpiar estas calles
como me llamo Fernando.

Salgo y veo una violación,
pobrecita como chilla,
lo agarro por el pescuezo
y lo dejo hecho papilla.

Conmigo no fué tan hombre,
ha llorado como un niño,
¿pero qué le pasa a ésta?,
¿por qué le llama cariño?.

En fin, error de novato,
aquel si que no se escapa,
le he visto robarle el coche
a aquella chica tan guapa.

Si es que me falta experiencia,
me lo ha dicho ya palmando,
él no hacía nada malo
sólo lo estaba aparcando.

La justicia no es lo mio,
regreso decepcionado
cuando veo a dos tipejos
entrando en el banco armados.

Ni me lo pienso siquiera,
los dejo para el asilo,
para algo han de servir
mis ciento cuarenta kilos.

¡Qué lástima de muchachos!
me decían la verdad,
ahora leo en sus chapitas
que eran de seguridad.

¡A hacer puñetas el héroe!
como vengador dimito,
ahora mismo voy a la tienda
a por otro periquito.