Filo

Será que podré dormir esta noche
cola de la noche
entre ruidos internos
extrañas pulsiones
Será
batalla intrascendente sempiterna que desgasta
será música estridente.

Será que podré olvidar
el peso del tiempo el sino de las horas
una angustia sorda encajada en el ala
utopía de la necesidad
será que podrá calmarme un trozo de queso, un vaso de agua.

Será que bajaré descerebrado a los infiernos
será que existo, o no, por minutos
entre otros seres vivos de ojo rapaz e intención altiva
preparados para satisfacerse a costa de mis despojos
a costa de los despojos
de media humanidad.

Será que podré dormir tranquilo
en medio de esta noche -cola de noche ya-
que se va.

Debería firmar? Debería,
debería...

 

Leer su poesía estimado Poeta es siempre dejar que la sorpresa invada mi lectura, porque la poesía cuando conecta sabe llevarme a lugares increíbles, momentos de otro yo más joven, más perdido talvez y talvez en ese extravió más sensible a la soledad. De ese lugar de mis recuerdos donde todavía viven algunos de esos peces imposibles supo traerme en su brillo de escamas y penas de años jóvenes otro poema, de otras noches.

Jorge Luis Borges: Insomnio (1964)

De fierro,
de encorvados tirantes de enorme fierro tiene que ser la noche,
para que no la revienten y la desfonden
las muchas cosas que mis abarrotados ojos han visto,
las duras cosas que insoportablemente la pueblan.

Mi cuerpo ha fatigado los niveles, las temperaturas, las luces:
en vagones de largo ferrocarril,
en un banquete de hombres que se aborrecen,
en el filo mellado de los suburbios,
en una quinta calurosa de estatuas húmedas,
en la noche repleta donde abundan el caballo y el hombre.

El universo de esta noche tiene la vastedad
del olvido y la precisión de la fiebre.

En vano quiero distraerme del cuerpo
y del desvelo de un espejo incesante
que lo prodiga y que lo acecha
y de la casa que repite sus patios
y del mundo que sigue hasta un despedazado arrabal
de callejones donde el viento se cansa y de barro torpe.

En vano espero
las desintegraciones y los símbolos que preceden al sueño.

Sigue la historia universal:
los rumbos minuciosos de la muerte en las caries dentales,
la circulación de mi sangre y de los planetas.

(He odiado el agua crapulosa de un charco,
he aborrecido en el atardecer el canto del pájaro.)

Las fatigadas leguas incesantes del suburbio del Sur,
leguas de pampa basurera y obscena, leguas de execración,
no se quieren ir del recuerdo.

Lotes anegadizos, ranchos en montón como perros, charcos de plata fétida:
soy el aborrecible centinela de esas colocaciones inmóviles.
Alambre, terraplenes, papeles muertos, sobras de Buenos Aires.

Creo esta noche en la terrible inmortalidad:
ningún hombre ha muerto en el tiempo, ninguna mujer, ningún muerto
porque esta inevitable realidad de fierro y de barro
tiene que atravesar la indiferencia de cuantos estén dormidos o muertos
-aunque se oculten en la corrupción y en los siglos-
y condenarlos a vigilia espantosa.

Toscas nubes color borra de vino infamarán el cielo;
amanecerá en mis párpados apretados.

Adrogué, 1936

 

Sí, hay momentos, cuestiones que acontecen, memorias... con las que cargamos de por vida. A veces cuesta. Y como usted dice, es que estamos existiendo.

Muchas gracias por venir a compartir conmigo este momento. Saludos cordiales.

 

¿Cómo me le va, compañero? Espero de corazón que bien.

Iba a hablarle de una anécdota de mis 19 años... hace siglos de aquello, los 75 de Úslar Pietri -un sabio venezolano- y los 81 de Borges, vuestro sabio.
Pero mejor le confiaré que, en mi océano de des-conoceres, se hallaba hasta hoy este hermosísimo, intenso, arrebatador -tal vez- poema del entonces no viejo Jorge Luis.

¡Hay tantas cosas que uno debería conocer cuando empuña un medio de escribir! A veces todavía logra asaltarme y hacerme reír, así sea patéticamente, el inmenso tamaño de mi ignorancia.

 

Estimado poeta su poesía es única. Yo he disfrutado de leer su poema varias veces que además es particularmente genial. El viejo Luis andará con Virgilio y con Úslar Pietri vaya a saber porqué rincón del cielo sin importarle quien fue en vida realmente pero los que seguimos acá no nos queda más remedio que escribir desde donde sea, la ignorancia, o como dice usted, el des-conocer, es posible sea uno de los mejores lugares para hacerlo, porqué para mi compañero Cesar en poesía no es buen poeta el que más sabe sino el que mejor trasmite y su poesía pega poeta bien en la mandíbula de quien lo lee hasta dejarlo nocaut.

Acá dejo una fotito de Úslar Pietri uno de los padre del realismo mágico

https://es.wikipedia.org/wiki/Arturo_Uslar_Pietri



Y yo ando bien gracias a Dios

Pd. Es una inmensa alegría saber que decidió no firmar y seguir escribiendo y atravesó esa noche y tantas otras para seguir vivo, como todos nosotros, esperando el sol.

 

Buenos y profundos versos nos trae amigo César.
Ha sido un placer detenerme en su obra y sumergirse en sus letras.
Un fuerte abrazo.

 

Me alegra que esté bien. Que respire sin la tensión de un cuerpo halándole hacia la inmovilización, como sucede cuando nos ponemos viejos.

Muchas gracias por sus generosas apreciaciones. Pensaba en las cosas que nos llaman a la vida, y sí, tal vez el sol sea una de ellas. El calor, la luz, el color, el movimiento, los afanes rutinarios de la gente. Sería mentir decir que no se espera, en algún momento, la llegada del sol.

Buen sol, pues. Buen día, buenos días para usted.

 

El placer es mío, compañero del aire. Vuelva cuando quiera. Buen tiempo y bienestar para usted.

 

Bellas letras Ángel, un abrazo con la pluma del alma

 

Muchas gracias, compañero, un abrazo sincero hasta donde quiera que esté.

 

Me encanta como transmites con este poema!!!

 

Si un poema no transmite está jodido, compañero. Decir, al menos en mi caso, es intentar transmitir.

Gracias por hacerme saber que lo logré. Todo lo bueno para usted.