Intenté buscarte...

INTENTÉ BUSCARTE.

Intenté buscar un abismo entre dos puertos.
Una hendidura por donde arrojarme y llegar al borde de tu costa.
Pero solo encontré rocas,
que rasgaron mi piel al caer.
Remolinos de aguas turbulentas,
me absorbieron hacia el fondo del precipicio.
Me senté a pensarte...
Mas solo hallé, un montón de momentos de soledad,
con la que hablé sin cesar...
¡Tanto me escuchó!
¡Tanto le clamé!
Que tomó la forma de mis palabras de amor dedicadas...
Y se convirtió en sombra.
Le puse tu nombre,
y amé a la soledad como si fuera mi vida…
Baile con ella las danzas más tristes.
Y como si mis manos fueran un cincel,
fui grabando en ella tu rostro.
Hasta que me exaspero la noche ,
que con su negrura borraba todo vestigio de sombra y ...
Anhelé el alba como el marino anhela llegar a puerto seguro,
Y allí verte.
De arena formado.
Con aliento de sal.
Con corazón de marea.
Palpable a mis labios.
Visible a mi alma…


SHA.

 

Un canto silente de soledad y evocación se desprenden de tus versos, hilando esa búsqueda del alma, por abrazar la ausencia, buscando en la sombras una luz que de vida. Un caluroso saludo. Que tus días este llenos de amor y prosperidad a manos llenas. Hasta pronto.

 

Oh, que versos mas intensos Lirae, se queda mudo hasta el suspiro, que huella tan honda deja una ausencia, muy bien que la desahogas en tu digna poesía, llega el sentimiento en cada linea leída como una escena real y perpleja me quedo a la orilla del mar.
Mi saludo y admiración dejo contigo en un abrazo.

 

Poema hermoso que nos regalas en la oscura noche, Sandra. Nos invitas a sentarnos contigo y leerte, a la vez que pensarte en el devenir de tu búsqueda por el Amado. Cierto estoy que llegarás a puerto seguro... y, en tus orillas, arena, sal y marea, darán vida a tu "golem sagrado". Un beso

 

Sólo me vienen a la mente los versos de Antonio Gala

Cuándo tendré, por fin, la voz serena,
sencillo el gesto, la ansiedad cumplida,
sigilados los labios de la herida,
mi pleamar cansada por tu arena.
[...]

Con todo mi afecto y mis abrazos, querida amiga.
Salvador.