Lentes.

Lentes.

Con mis gafas de sol, el camino.
Me voy otra vez sin quererlo,
una cuidad de acento extrangero.
Puedo imaginarme otro futuro donde no estés,
así tal como viene no parece mi destino.
Tantas veces sin volver la vista atrás,
ojos escondidos tras las lentes opacas.
Me escondo, me escondo de ti.
Puede que alguien esperere al otro lado,
desconocida del pensamiento.
Quisiera perdonar, pero no se hacerlo.
Tal vez esté siempre quejándome,
no me gusta quién lo hace,
así que me callo y sonrió a estas calles.
Volveré, pero no estoy seguro.
Y esto no seria un poema de amor si no dijera
que estás en esta ciudad siempre presente.
Las calles tienen tus pisadas pegadas al alquitrán.
Cristales obscuros.

 

La vida se puede ver de diferentes maneras, por algo dicen que todo
depende del color de los lentes con que quieras mirarla. Un excelente
poema que disfruto leyendo. Gracias por compartirlo.
Besitos apretados en tus mejillas.