Llévame.

Llévame.

Amor de mi tuétano
llama, glamour y fuego,
creo buscarte
aunque no sé
si ya he vuelto consumido
como cenizas de chimenea invernal,
claustro de un peregrino.
El suelo es mundanal. La playa
inmóvil,
conozco tu dulzura fingida
pero la evito,
conozco tus rincones
que me llevaron a loquerías.
Yo te lloré
traspase mi sombra
hasta romper mis venas;
acapara pues, de piedad
tu rostro
o llévame en tu noche negra.

 

Aunque comienza con un modo "jocoso", se intrìnsica profundamente en demostrar un sentimiento "noble y real"; posteriormente sus metàforas encuadran una simetrìa emocional de un verdadero apego amoroso, donde su melancolìa traslada su dolor existencial al su "alma", con una plegaria desesperante de angustia... envuelta en una sensaciòn aflictiva de su amarga tristeza; sencillamente penetrante y bello, te saludo. Afro-Toasa.

 

Es muy cierto, su apreciación es precisa, gracias por su comentario.

 

Un intenso y sensible desahogo el que dibujan tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...