Lobos hambrientos

Caminaba entre pérdida y confusión
como un violín sin arco.
Viajaba entre nubes negras
con el peso que cargo.

Mochila repleta de penas,
y algún que otro encargo.
Miro hacia mis venas,
pero de la tentación desisto.
Quiero volar al cielo:
no es locura, es mi instinto.

Sé que me puede el miedo,
cuando siento que no tengo cura.
Así es como lo pinto:
cuadro que nunca acabo,
pincelada al lienzo
donde mis temores quemo.

De la ceniza de mis recuerdos
surgen lobos,
hambrientos, desesperados,
y atónitos.
Aúllan a una luna sin rostro,
es la jauría del odio,
de la tristeza,
corazón de la naturaleza.

Escrito por Jimmy Shibaru y Omaya Arriba.