Locura

El sufrir humano, se muestra en las gotas de cristal
Derramadas por los bellos ojos de Dios
Y, esa mirada en complicidad con su tristeza,
Vuelven la quietud del alma en añoranza lejana
Una caricia de sinceridad, ante el ruego por esta
Parece, a cada instante, tan lejana como el Sol.

Mis manos tiemblan mientras la tormenta aparece
¿Cuál es la más prudente respuesta al clamor divino?
Si el roce de mis labios, o un cálido abrazo
Se confunde, con alevosía al robo de su alma
Indigna pues, es una caricia ajena, así como son
Las palabras de esperanza guardadas en mi ser

Vaya naturaleza humana, que derrama el dolor
En los hombros de quien lo anhela, y pese a todo,
Lucha por alejarse de él, y en búsqueda de paz
Regresa, con certeza, a la raíz de sus problemas

Así pues descifrar a mi sublime reliquia,
Es incursionar en un terreno desierto de razón
Deseoso de amor y brutalmente corrompido
Donde una respuesta, no significa lo que las palabras
En cambio, representa lo que se desea entender
Ignora la sinceridad cuando así conviene hacer.

Mi corazón necesita convencerse de su inutilidad
Pues la experiencia de radicar en aquel desierto
Es, respuesta de barbarie empleada para sobrevivir
Y los deseos de tranquilidad de aquellos seres,
Son saciados al olvidarse y procurar los propios
Cuando la razón y el corazón no ayudan se necesita liberar la locura