Máquina

Despertó, y su fría tersura desmembrada me cautiva...

la sensación de mirarla envuelta en su pálido silencio hace que mi carcasa corazón de aceite fluya.

La memoria incógnita frota su piel metal entre números y moléculas iónicas,

Somos tan extraños. Las máquinas crean dioses y los dioses humanos nos forjamos de acero y sueños como criaturas sin alma pero de baterías Inrecargables. Tal vez es porque para amarte está prohibido lo inmortal-

Pasan las lunas entre líneas ópticas y el deterioro es notable en tu gris rosado rostro el plástico que cubría mis rótulas y baleros Sintomáticos ha desaparecido.

Y somos dos más maquinas en el olvido cubriéndonos mutuamente de amor metal prohibido.,

 

Un poco difícil la lectura por términos incomprensibles.
Pienso que el autor no maneja bien el idioma español.
Saludos cordiales.