Monica

Lloraste y las gotas
de esa lluvia las convertiste
en vino.

Viste payasos cantar canciones
bajito y abriste la boca para decir
buena suerte , encabronandote con
un adiós, despidiéndote, brincando
entre charcos mugrosos con olor
a humedad en tu pantalón.

Salieron las ratas y te ascendieron
entre ese cielo inexistente que
solo los humanos componemos.

Te despediste diciendo buenas tardes
y lloraste de nuevo por que me dijiste
que estabas viva y lo sabias por que sentías
frio en esas manos blanquitas que algún día,
tocaron mis miradas tristonas.

Donde algún día, tocaron mis hombros
miedosos , donde esas manos bonitas
se apiadaban de mis puños mientras
te golpeaba la nuca en esa alfombra
rosa junto a esas sillas podridas.

Fue tan hermoso ahogarte,
verte suplicando por el frio que sentías.
Gritándome de nuevo que estabas viva.
Implorándome que te ahogara mas
Por que esa era la única manera
de saber que existirías.
Gritándome mas fuerte que sentías ,
que sentías que tu vida se te iba.

 

el poema me comunica asfixia y agonía, una especie de relación masoquista, quizás lésbica, desesperación existencial; la factura no es necesariamente vaga, porque comunica algo desesperante,

carlos

 

Caray, nunca me había sentido tan lúgubre con estos sentimientos y esa metáforas tan grandiosas, con el ritmo... con el poema en sí. Bastante agradable... Felicidades

Saludos y Abrazos

Andrés Amendizabal​

 

un estilo con personalidad

 

MB
Así es, lo que tus bellas líneas expresan, cuando el amor acaba o se duda de él, ¡nadie puede vivir sin amor!, aunque éste sea un amor enfermizo, destructivo, tan destructivo que desee matar virtual o real a la causante de nuestro sufrir...
MB ( muy buena obra)

 

versos de quebranto y profundo sentimiento, que dejan divagando al lector... así he quedado mi amiga con tu gran obra... viajen con cariño a ti mis sinceros saludos australes... Ramiro

 

Feliz viaje!!! Un abrazo.