Pecado

La eternizante belleza
que agoniza en estos ojos míos,
arroja vida contra el cristal impávido
desde donde mira mi recelo.

Embriagantes turgencias
esas las suyas, acosadas por las miradas
de diez mil masculinidades.

No serán mis ojos, ni serán mis manos,
quienes nieguen el tacto y la mirada,
al terciopelo claro-oscuro que rinde,
violenta y desboca, mi débil resistencia.

 

Una hermosura preciosa muy bonita, excelente.

 

No me dejaron darte Reputación.

 

Pareciera que el mismito pecado es una mujer joven y bella que camina por la calle y es admirada por los varones que coinciden con ella. Es como si fuera algo de ti porque dices de NO NEGAR, como si comprendieras que tú debes permitir ¿Es algo así esta inspiración? Lindo amor, debe escucharse como lindo y no sufrir por la belleza y la juventud que alguna vez también se ha tenido y no quiere decir que no haya derecho a tocar ni a mirar, no se sabe las sorpresas que da la vida. A veces a esa mujer joven y linda no le importan los hombres, si no EL HOMBRE. Saludos. Muchas gracias, Manuel.
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Gracias maestro. Un abrazo.

 

Suficiente tu visita. Abrazo.

 

Gracias a ti Elisalle por leer y entender mis letras. Un placer siempre. Saludos cordiales.

 

Pasional inspiración amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Un abrazo agradecido Dark. Muchas gracias.

 

Lo que no entiendo , es como el cristal , se queda impávido, con tanta intensidad en tus ojos. Si hubieras puesto sobre él, las manos no negadas, él habria sido, el débil en resistir.

¡Pasional e intenso! ¡Me ha encantado!

 

Es el cristal que a veces nosotros mismos nos ponemos. Está hecho de miedos y malas experiencias. Muchas gracias por tu visita. Saludos, Lirae.