Piedra

Tierna... ¡Qué tiernos tus labios! ¡Qué amable tu risa! ¡Qué feliz de ver tus ojos!
¡Qué desperdicio de vida! ¿Qué haces? ¿En qué estabas pensando?

¡Qué grande podía ser el mundo para tí!
¡Qué hermosos hubieran relucido los destellos del agua al mirarte!
¡Mírate!
Pero si no eres tú...

No reconozco a la mujer de mi vida.
Agrietado, sordo, seco, arido... me quedo de piedra
al verte. Y de nuevo
salen a relucir aquellas preguntas banales que hacías al mundo.

¿Qué te pasó? ¿Qué te hicieron?
¿Tal vez daño?
Si lo sé...
No mires para otro lado...

¿Que te averguenzas de la vida que viviste? ¡Pero si fue la tuya!
¿Que no te acuerdas de como eras antes? ¡Pero si eras tú!

¿Donde está el orgullo de creer en lo que luchabas,
de luchar por lo que querías?
¡Y te averguenzas de haber amado!
¿Y qué si acabó? ¿Ya no hay mas?
La vida seguirá su camino,
contigo,
o sin tí.

¡Agárrate a la vida, que se escapa!
¿Pero por qué quieres ser como los demás? Callada, inerte... piedra. ¡No lo entiendo!
¡No quiero estatuas! ¡Te quiero viva!
No piedra, inerte,
como el resto de la gente.

¡Y pensar que antes luchabas!

¿Donde estás? No te conozco.
No eres la criatura que ame.
No eres viento, no eres vida... eres...
eres pasiva.
Actuas como piedra que quiere ser esculpida.