Sagrados rituales

I



Desde la cima

atisbo el horizonte,

dejo que el viento

se lleve ese metafísico lastre

de Ella que se acumuló en mi.



Cierro los ojos

para despojarme

de los negativos sentimientos,

que desde tu partida,

se agazapan en mi interior.



Me envenenan,

necrotizan mi sentir.



Las humillaciones,

las peleas,

esa palabras que hieren,

las lágrimas,

el rencor.



La soledad como un lastre,

que me impide respirar,

vivir,

amar…



II



El romper de las olas,

el hipnótico vaivén del mar.



He escrito sus nombre en la arena,

con la esperanza,

de que la marea lo desdibuje,

a la par que lo purgue de mi.



Natural exorcismo,

limpieza espiritual.



Entro al agua para liberarme de Ella,

purificarme de sus amatorias artes.



Aquellas que me masturban,

que me impiden soñar,

no permiten dar vuelta a nuestra hoja.



III



Este insano dormir

abrazado al cadáver

de nuestro finado amor

no es sano,

desgarra mi cordura,

me despoja de esperanzas.



Es la necrófila obsesión

que mi desequilibrada psique

confunde con amor.