Segundo Acto

Con solo un ojo
la tormenta parpadea
cuando la luz no crece
para colocar Lunas
al filo de la vista al filo
de las cartas.
Tan sólo un ojo
abanica sediento
la mordedura dulce
de tu cuerpo
y el cielo sangra
de un verde que amanece
como un rubor de onda
que tienen los peces
cuando miran su reflejo
escudriñando el cielo.
Toda una belleza,
una humedad de barro
con cintas de palabras
con tu frente de arena
y tu impulso para hacer
saltar toda la extensión
de tu sombra
para abrazar mis hombros
mi hechizo de espera
la hoja perdida que vuela...

 

Muy amable Romi. Cuidate. Besos de salsa

 

Vibra lo chispeante de tus versos querido amigo...
Un gusto siempre...un abrazo grande...
Nancy

 

Muy amable Dark. Saludos cordiales. Cuidate .