Sepulcro.

Sepulcro.

La sangre de tus labios sale impaciente,
no permitió a mis manos salvarte.
Tu corazón se ha parado y me deja insuficiente
para darle la noticia al pensamiento de tu muerte.

Inmóviles tus ojos abiertos sin dejo inteligente,
imparables lagrimas a pesar del corazón resistente.
Ya no existirá emoción alguna al mirarte,
ya cada luna ha dejado de ser errante.

Lamento decirlo pero tu mismo te mataste
con la falta de pasión y el comportamiento indignante;
la parte de mi corazón que trato de amarte
se ha suicidado y tu con ella deberás marcharte.

Tantas palabras y un lección insignificante,
tu sepultura llevará una gran placa de granate
que te hará compañía en el infierno a cada instante
y recitará cómo tu solo te ahorcaste.

Sangre de tus lágrimas recojo en el cielo mate,
la lluvia no fue suficiente para borrarte
te cubro de tierra nueva y blanca para no dejarte
que de la muerte regreses y vuelvas a mí alma errante.​

el infierno es tu cara y mi dolor olvidado el agua que apagará su felicidad.

 

El viento un complice mas de esa historia que en epitafio se espera quedar...

Muy buenas letras, fuertes y de buen ritmo

Saludos señorita

 

gracias Noctua por el comentario.