Tal vez

Escribes nombres en la luz y yo no estoy.
En el vaho del cristal dibujas un rostro
desconocido. Al volverte te decepciona
mi sombra, en el espejo se aleja mi espalda
y pones la tuya ante el azogue como un triunfo.
Mis letras son de nieve cuando lees mi estatura
de niño con palabras de ciego. En los segundos
del reloj soy el último nunca el primero. Tal vez
no me necesites en el presente, pero quizá
en tu recuerdo habite en la luz, en el vaho,
en el espejo y en este reloj que ahora miro
con desgana.

 

Sí. Eres un mal escritor.










JajjajjajjjJ
Un abrazo, penabad.

 

Ese reloj que parece no moverse en la espera del amor que vendrá. Gran poema, me gustó mucho leerlo. Abrazos cordiales.

 

sigues ahí asomado a la ventana, mirando hacia dentro ahora. Hermoso

 

Cito esta frase porque es conmovedora.
Los recuerdos son tan normales como el ejercicio de la respiración. Están ahí. Y toda memoria que no es oscura habla de distancia en paz. Triste, sin dudas, pero de inevitable y necesaria paz.
Tu poesía es para múltiples lecturas y maneras de análisis, y siempre toca los sentimientos.
Un abrazo, amigo
y con admiración.

 

Gracias, Sergio. Dejémoslo en mediocre. Un abrazo.

 

Claro que no. Tienes un sello propio que te distingue.
Abrazos.