Tu guarida

Entonces vi tu mirada,
y todas mis esquinas
buscaron tu guarida,
en ella estaba tu nombre,
en ella habitarían mis pupilas;
te declaré instante indeleble,
como declaro al sol de mi esquina,
supe que serias el pavimento
en aquellas noches cargadas de neblina.
Allí te encontraré entonces,
y serás mi fortuna y mi vendaval,
te arroparé de opulencias,
de complicidades y de algunos guiños,
te llamaré como el huerto aquel de sazones en que yo,
soy un pasajero y tú eres el ramal,
te hablaré al oído de mis cantos,
seremos melodía y tempestad,
no habrá sosiegos ni desencantos,
solo un par de pupilas
y un ancla donde arribar.
Entonces vi tu mirada,
y todos mis caminos
ya saben donde llegar…


Más de doce años sin subir un poema en este portal... Creo que fue demasiado.

 

Sus primeros dos versos son excelentes me gustan mucho
mi respeto en un abrazo de colores