Último cómputo

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Es inhóspito este electrónico panorama
intuitivo, esta vista maquinaria se describe
por sí misma, cada llanto técnico
que conforma sus pliegues angulares,
cada olvido derramado en el fondo
............de sus hondos precipicios,
cada simetría autómata,
elevando mi desgracia
...desde los cimientos tristes de mi monumental angustia
hasta la tecnológica techumbre del rezongue y la rabieta,
son cual un extenso juego de instrucciones
..............carentes de todo tacto,
..............todo juicio y toda alma;
y desechando todo anteojo, pluma tinta y pipa,
vuélvome máquina a la utilidad de mi tormento,
dígito a dígito,
agotando las apelaciones afectuosas
que conmemoran cada resolución ejecutada,
eliminándolas luego,
disponiendo de la periferia
que es tremendamente tremebunda
o, lo que es lo mismo,
avanzando cual imbécil engranaje
nutrido de esta histriónica congoja
..........que me absorbe el esqueleto, carne adentro,
ramificándose, escurriendo, propagándose
por toda la extensión de mi habitáculo
dejándome trunco, solamente solo y desolado
desde el primo oprimo
hasta el último cómputo y, no obstante,
al llevar los tristes plectros al tablero me soporto,
................................................y me soporto
con esta voz, que es mi voz ensangrentada en tinta muerta,
verborreando hercios de amargura por mis labios,
echando jeta afuera un canto desgarrado por falta de musa,
cuyo eco, tras retumbar en cada muro de esta tumba,
.........sale a luz para echar la gran orinada al cosmos,
en donde toda esta patética habladuría
es tragada por el enorme hocico cultural de este milenio,
y tu imagen de chípica Julieta,
de ninfómana cuadrada,
de bítica María extraviada en el agravio de redes,
se me agranda en los conos, en los conos y los bastones
donde todas estas visiones van muriendo.
La pasión de tu tensión mecánica es adicción de multitudes,
tu energía impecable,
tu trabajo alucinante,
la cantidad inmensurable de calor que repartes
por todos mis infortunados poros,
son como un paupérrimo estandarte impreso en el binario abismo de mi signo.
.............Yo quemaba el seductivo diagrama de tu boca,
amaba la oratoria interfaz de tu mirada,
admiraba el léxico diseño de tus manos,
te halagaba en lo grave
en lo esdrújulo y lo agudo,
y hubiera dado todos, todos mis voltios desgarrados
por saber qué había adentro de la gran arquitectura de tu olvido;
pero ya resignado y, jodidamente jodido hasta el nombre,
desde aqueste traje humano
hasta la supuesta infinitud del universo,
me desangro en símbolos,
he aquí
en cadenas necésitas de pulso,
por cuyos muertos caracteres,
tristes signos alzados a los ojos del poeta,
cáiganseme vatios mohínos
por toda la amplitud de la lengua,
enunciando,
que el apacible magnetismo de tu audición perfecta,
que la plácida vehemencia en tu palabra vestida de censura,
que la velocidad perpetua en tus caricias de otrora,
que el urgir candente en tus suspiros promiscuos de destreza,
ya no son más que medidas impalpables
de lo que fuera alguna vez aqueste enlace y,
estos pliegues angulares me cobijan
....................aboliendo tu memoria,
y mis penas, como multitudes exaltadas
diseminan su tremenda languidez
por todos estos hondos precipicios.
Y voy quedando aislado, kilobyte a kilobyte,
ya no hay más ese amperaje que ilumina mis engaños,
amperio por amperio voy tumbando los recuerdos
volviéndome tiniebla,
a imagen y semejanza de los apagones,
despojándome
de toda corriente,
...........suspiros entrañables, oníricas caricias,
...........circunstancias paridas en lo incierto, celos prestados por la noche,
...........y todas estas cosas,
despachadas a la usanza de la chatarra,
vanse, vanse, vanse una a una,
o lo que es lo mismo, al carajo.
Ya no hay más razones que alimenten mis temblores de alegría,
llanto a llanto, he quedado introvertido
en los nodos prepotentes del destino,
mecanizado hasta el ánima,
automatizado hasta la médula;
Ajados procedimientos me salen al paso
y solamente sólo avanzo haciendo del recuerdo un recuerdo,
a la manera del reloj,
......pretendiendo que el tiempo me pudra hasta el péndulo.
Yo conocía el caluroso algoritmo de tu alma,
intuía la asombrosa densidad de tus enigmas,
te electrificaba en tus matrices,
en lo cóncavo y convexo,
y un cifrado de pasión me reactivaba
al calcular tus mecanismos ondulantes;
yo hubiera dado
todas, todas, todas mis unidades fisiológicas
por saber que había dentro del circuito de tu encanto,
pero,
el olvido ya mueve sus válvulas devorando tu imagen,
a la usanza del borrador,
a la usanza del carbón diezmado por la goma,
a la usanza de la amnesia,
que terminará por convertirte
en una lamentable cadena de ceros:000000000000000000000000000000000
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© Cristian Briones Cortés. Todos los derechos reservados

 

Vaya amigo, es ciertamente largo, nunca pensé que una cadena de bits, aunque fueran ceros fueran tan sustanciosos, debe ser que siendo parte de un sistema de dos, es parte legítima del binario rostro de la amorosa unidad, a veces así y a veces asá, en todo caso un poema de ingenio magistral. Un gran saludo Astro.

 

Muchas gracias Arkhazul por haber leído este poema, estoy muy agradecido por tus palabras amigo.
Saludos te mando y a toda tu tierra.

 

Hermosura espléndida de excelente creación, maravilla divina.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.