Vía alterna

Ahora es, éste es el viaje de ida,
hacia donde el polvo ondea
extraño entre palmos taciturnos;
ahora, antes que la luna obedezca
a sus impulsos y broten las tinieblas
en los miedos recónditos,
se acercan los escombros sombríos
al flanco del firmamento
como sueños en la ceguedad de la bruma,
¡es ahora! Con la arena embotellada
y la serpiente de concreto libre
hasta los suspiros robados de noche;
antes se vacían las papeleras
y el cesto de ropa sucia,
alguna miga atraerá moscas
si se descuida la sombra a la intemperie,
la premura cuelga en la sotana del tiempo,
ahora es ahora, antes que las grietas claven
sus uñas en los pies y sin piedad.

Ha llovido en estos pantanos
de nupcias bajo los refugios nocturnos,
la espera agobiante de alientos cegados
en éstos mares podridos, ¿ves?
Mejor es abandonar los rayos de cigüeñas
en los prados yacidos solitarios,
como el vacío de claros sin orbe
y el fango sin huellas profundas.

Es difícil explicar la puesta en la vista
de un muerto, corre la brisa de luz cobriza
en los metales oxidados, en las calles quebradas,
en el pasto, en los seres sin dolientes;
la noche pesa en la fría puesta
duradera como una vía sin rumbo,
¿el edificio colapsó encima de todos?
A veces el aire tiene precio a sangre,
a lágrima, a sacrificios que explican
la llama que espera detrás de las cortinas.

Tal vez me equivoqué por mi nefasta cordura,
por el desasosiego de la verdad a media,
no por no creer a ciegas ante nubla
ni por castigar al orgullo con limitantes
de huecos en el corazón,
tal vez he dejado huir mi sombra,
a mis fantasmas, al desvelo sobre el estrellado
nocturno, a los espejos, a la razón compartida,
allá estaba sentado en el pasado…

 

Gracias amigo poeta por su visita y su comentario. Honrado