¿Y?

¿Y Amalia?
Se murió haciendo el amor
conmigo, se durmió ,
se enfrió cuando estaba
acostada en mi pecho.

Quisiera creer que soy el
lento y corto fin.
Que el suspiro de los días
tijereados alcance mis dedos.

No soy Neruda, Paz, Juana de Asbaje
ni la bendita Virginia.
No se medir y sacar columnas
ordenadas, letras y palabras.

¿Cuánto durara la esencia del poema?
Podría perderse en el minuto
que clavas la tinta en Papeletas.

¿Y Amalia?
Esta viviendo en el cerro de Cihuatlan
naciendo en arboles frutales
jugando a que las piedras eran animales,
escondiéndolos en la tierra.

Esta aventando gatos de la azotea,
para ver si caminan parados
con los ojos fijos en sus uñas afiladas,
agarrando cortezas de madera.

 

:bienvenido:


me encantá la quinta estrófa,

el poema
son esos dedos invisibles
que arrancan música de los ojos
el poema resucita
eternamente...

Cuidate nrgrita placer leerte. Bienvenida, la mejor de las fortunas con tus letras...