Chocolate blanco

La diversión era un mechón de tu cabello,
mi plato gourmet, tu lengua rolliza con la mía,
mi religión, lo que me hiciera lucir bello
en los templos de tu mitología.

Un cómic de detectives, los botones de tu blusa,
el día feriado es la víspera de verte
haciendo un eclipse en mi boca confusa
cuando tus pechos me libraban de la muerte.

Tu tanga azul era el circo romano
donde mi gladiador moría en la fauce de tu león,
tu sombra a plena luz dándome la mano
y el cadáver de mi alma, cambia de panteón.

Éramos luz y polvo haciendo historia
de la que no cuentan los libros de la escuela,
ayer hice limpieza de mi memoria
y aparecieron siete besos tuyos en mi muela.

Chocolate blanco resbalando en mi mejilla,
la maratón de series que vi contigo
sentado en tu cama en plena orilla
tú como Anna Kournikova y yo, Luis Figo.

Y el amanecer era una fiesta de pijamas
abrazados en la soledad, sin señal de orgía,
los caballeros son más hombres con las damas
y yo el príncipe feliz que te soñó como mía.

 

La soledad es buena compañía. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Muy buen poema Robsalz. Buena musa inspiradora veo en ti. Un abrazo con la pluma del alma

 

Lo mismo creo yo sobre la musa. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Sueños de los que nunca queremos despertar, a mi me encanta soñar, la mayoría
de las veces los sueños nos hacen vivir momentos extraordinarios.
Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Dulce poema, cómo el chocolate blanco. Una delicia leerte.

 

Voy a quemarte en la hoguera por tus versos 9 y 10.
Un abrazo, Robsalz.

 

Soñar es vivir. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Como debe ser. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Si así debe ser... que así sea. Saludos. Un placer recibirte por acá.