¿Como siempre?

¿Será como siempre no?
¿serán los días como siempre,
las tardes y las noches,
todo será como siempre no?
¿y la pena? ¿será como siempre?
¿y la angustia y las discordias y los desdenes,
y la banalidad del segundo que acaba de pasar será como el que se aproxima?
¿parece ser que será como siempre?
respóndeme... ¿será como siempre?
respóndete... ¿serás como siempre?
y vuélveme a responder... ¿quieres que sea como siempre?

Vuélvete y mírame en estas palabras,
mírame y mírate a ti,
mira la historia sin contar y mira el futuro sin narrar,
y mira el dolor, que parece ser actor principal,
y mira en la unión de las letras formando palabras incongruentes,
la cabalidad total de la tristeza de decidir que todo será lastimosamente como siempre.

¿Como siempre?... no me hagas reír,
aunque risa es solo la parodia de esta pena,
que nos ha dejado mudos y sordos,
y obtusos y necios,
y verdaderamente idiotas de remate,
por querer seguir así fingiéndole sonrisas a los demás,
fingiéndole palabras aparentes llenas de vacio,
de vacios tan profundos que se pueden ocultar,
ocultar bajo una careta de cotidianeidad disimulable de malestar corporal,
donde parece ser que todo se puede fingir a aquellos que no saben nada ni quieren saber,
ni quieren oír,
por eso es fácil mentir y ocultar:
que como siempre no lo queremos más,
que como siempre hemos estado... esta mal,
¡que como siempre para siempre y soledad y pena y ceguera por decisión propia y estupidez!
¡¿que como siempre me dices?! no me hagas gritarte que me ahogo en tanta fatalidad.
¿que como siempre hemos de estar?
si tan solo pudiera cambiar y entregarte opciones mas que escritos,
tal vez "ÉL COMO SIEMPRE" estaría bien.

 

que bueno... me encanto tu poema compatriota